Resulta de gran importancia los criterios que vamos a seguir a la hora de seleccionar a uno u otro proveedor, porque ello influirá en todo nuestro trabajo posterior, será un factor determinante en el resultado final que ofreceremos a nuestros clientes (en calidad y servicio) y repercutirá en nuestra cuenta de resultados, balance y liquidez ya sea por precio, servicio o condiciones de pago...
Aunque por una parte es positivo trabajar con un número reducido de proveedores con los que nos unan los mismos objetivos (vender más) y seamos considerados por ellos clientes preferentes, también es recomendable tener en cuenta los precios y servicios de otros proveedores. De este modo, tendremos una rápida respuesta si nuestro proveedor habitual tiene algún problema, o para negociar con ellos mejores condiciones.
Los aspectos en los que se distinguen los diferentes proveedores son: la calidad del producto, el plazo de entrega y el precio. Por lo que para su correcta elección debemos, en primer lugar tener una lista de todos los posibles candidatos, después, estos deben ser clasificados como veremos más adelante. Y por último, seleccionarlos de manera cuidadosa.
La clasificación de los proveedores pueden empezar por diferenciar entre los obligados y los elegidos. Es posible que un determinado producto sea exclusivo de un único proveedor en nuestra zona con lo que no tendremos más remedio que trabajar con el. Dentro del grupo de los elegidos debemos diferenciar entre los habituales, esporádicos y posibles. La inclusión en uno u otro grupo debe estar basado en los criterios de calidad, plazo de entrega y precio.
anterior siguiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario